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Cómo cepillarse los dientes (y otros consejos)

He pagado miles de dólares en la salud bucal de mi hijo y he pasado horas tratando de enseñarle cómo cepillarse los dientes: con canciones, con peticiones amables, con regalos y a veces hasta con mano dura porque siempre se olvidaban de cepillarse los dientes.

Sin embargo, a pesar de todos mis esfuerzos, mi hijo no tiene muy buena calidad en los dientes. Lo reconozco y he tenido que invertir mucho en visitas frecuentes al dentista. Esto no me convierte en madre experta, ni en dentista, pero sí que he aprendido mucho.

Me di cuenta de que había cometido algunos errores en edades tempranas de mis hijos y que el resultado lo estaba recibiendo: soluciones carísimas de ortodoncia, caries en muchas piezas, extracciones anticipadas…

Espero que este artículo te sirva para cuidar la salud bucal de tus hijos. Ahorrarás dinero y dolores de cabeza.

Cepillarse los dientes: la tarea de salud bucal más importante

1. Cepilla primero la cara externa de los dientes. El cepillo debes ponerlo de forma horizontal y moverlo de arriba abajo.



2. Cepilla luego la cara interna de los dientes. El movimiento es desde la encía y hacia afuera.



3. Sobre las muelas, frota con frecuencia, hasta unas 10 veces. Procura que los pequeños surcos de las muelas queden bien limpios.

4. Pasa el cepillo por encima de la lengua para eliminar bacterias.

5. Pasa un cepillo diminuto e interdental entre los dientes. Los hay de diversos tamaños y estos eliminan totalmente los restos allí donde no llega el cepillo grande.

6. Usa hilo dental en muelas y aquellos espacios donde los dientes están muy juntos.

Con estas indicaciones básicas, puedes hacer un correcto cepillado y aquí tienes un vídeo que lo explica.

El cuidado de la salud bucal infantil empieza con los dientes de leche

Muchas madres creen que los dientes de leche no cuentan en el cuidado de los niños. Pensamos que debemos ocuparnos en serio de la salud bucal infantil cuando aparecen los dientes permanentes y eso es un error.

Los dientes de leche o dientes temporales “guardan el espacio” a los dientes permanentes. Por tanto, si el niño pierde una pieza de forma anticipada puede que se muevan los dientes vecinos. Entonces, más adelante podría tener problemas de espacio cuando le nazcan los dientes definitivos.

Por otro lado, explican los dentistas que las raíces de los dientes de leche se reabsorben. Al parecer el cuerpo reutiliza estos mismos minerales para terminar de mineralizar los dientes permanentes. Por tanto, si no hay dientes de leche se dificulta este proceso natural.

En fin, cuidar los dientes de leche nos ahorra futuras ortodoncias. Somos animales de costumbre y cuanto antes empecemos a crear buenos hábitos, mejor.

Insisto: los dientes deben cuidarse desde su aparición. Con el primer diente, ya debemos regalar al niño su primer cepillito. Que se acostumbre cada día a cepillarse tal y como duerme la siesta. Y claro, hasta que tenga unos 4 años lo cepillarás tú al menos dos veces al día.

Decálogo de la salud bucal infantil

1.    Cepillar los dientes tres veces al día

Con la aparición del primer diente lo correcto es hacer el cepillado de los dientes tres veces al día. Una vez después de cada comida. El cepillado más importante y que quizás debes hacer tú hasta que ellos aprendan bien es antes de ir a dormir.

2. Evitar que el niño se vaya a la cama con un biberón de leche

No todos los niños tienen igual la dentadura. Si se da el caso de que tus hijos tienen los surcos y fisuras muy pronunciados o un esmalte débil o una saliva muy abrasiva, es probable que ese biberón nocturno lo lleve a padecer caries.

3. Visitar al dentista al menos una vez al año

Esta es una visita que a los niños no les gusta. Tampoco les gusta ir al barbero. Sin embargo, es muy útil. La medicina preventiva nos ahorra estrés y malos ratos. Es bueno que los niños reciban fluoraciones para reforzar el esmalte. Es bueno que se detecte a tiempo si tiene inflamación en las encías por los restos de alimentos atrapados entre los dientes. Es lo que se conoce como gingivitis.

Y claro, identificar y tratar a tiempo problemas en la dentición con soluciones de ortodoncia, para que desde pequeños tengan una buena sonrisa y mastiquen bien.

4. Controlar el consumo de dulces

Desde pequeños a los niños les damos demasiado alimentos con azúcar refinada. Galletas, cereales, caramelos, bombones, bebidas azucaradas. Ellos aman el dulce pero este no hace mucho bien a sus dientes de leche. El azúcar es la principal causa de la caries dental.

5. Después de cepillarse correctamente los dientes solo podemos beber agua

Después de cepillarse los dientes los niños no deben ingerir ningún tipo de alimento o líquido antes de ir a dormir. Solo deben beber agua. De lo contrario echas por tierra todos los esfuerzos.

6. El enjuague bucal con flúor al menos una vez al día

Cuando el niño aprenda a escupir bien después del cepillado, debemos incorporar en la higiene diaria un colutorio infantil con flúor.

7. Donde no llega el cepillo usa hilo dental

Es recomendable utilizar el hilo dental por las noches. En especial entre los molares ya que que es la zona más propensa a la aparición de caries en los niños. Por desgracia, el cepillo no llega a limpiar esta área de forma adecuada. Con tu ayuda haz que tus hijos usen el hilo dental siempre.

8. El chupete es tu enemigo

El chupete no genera problemas dentales si se le quita antes de los 3 años. Los bebés tienen el deseo y la necesidad de chupar, y el chupete les ayuda con esa ansiedad. El chupete ayuda a calmar la ansiedad y el dolor cuando están naciendo los primeros dientes.

Sin embargo, el chupete usado en exceso (más de 6 horas al día) y durante muchos años produce malformaciones en los dientes y encías; en especial si existe cierta predisposición natural.

Y por último, nunca debemos untar el chupete con miel o azúcar para engañar el niño y retrasar las comidas.

9. Dile no al mal hábito de chuparse los dedos

Chuparse los dedos es peor que el chupete.

Segçun los pediatras, chuparse el pulgar -y a veces varios dedos- ayudan al niño a consolarse a sí mismo. Chupar les relaja y calma en ellos el instinto natural de succionar. Y aunque es cierto que ayuda a reducir las tomas de leche del pecho materno o el biberón, a largo plazo causa daños en las encías y los dientes.

Los expertos aconsejan eliminar la succión del pulgar entre 3 y 4 años de edad. De continuar así, los dientes tienden a “salirse” y se afecta la mordida del niño.

10. Cuidar la alimentación

La calidad de la dentadura depende de muchos factores: herencia genética, hábitos de higiene bucal y de la alimentación. Esta última es importante cuidarla con una dieta balanceada y con los nutrientes necesarios para una buena dentición. Hablo de que coman verduras frescas, frutas (manzanas y peras) que deban morder y masticar con fuerza. Productos lácteos ricos en calcio. Todo ayuda como ya dije antes a reducir al máximo los azúcares.

Espero que te sirvan estos consejos para evitar complicaciones en la salud bucal de tus hijos.

¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto?

11 agosto 2016 POR: Elisa Mendoza
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