Cuando hablamos de indemnización quiere decir que a esta ya le antecede un siniestro. Así de simple.
Sea cual fuere el tipo de eventualidad que haya ocurrido, hablar de indemnización es sinónimo de trámites, certificados, documentos de justificación y hasta de los preocupantes permisos en el trabajo para encargarte personalmente de la situación.
Pero, cuando se adquiere un seguro de hogar, hablar de indemnización no debe resultar extraño, pero tampoco debería ser frecuente.
En este artículo te voy a ofrecer algunos consejitos para que ese martirio que ya te estás formando en la cabeza, se convierta en un simple trámite al que se debe prestar atención como cualquier otro.