Si estás cansado o cansada de luchar con tu hijos para que hagan las tareas escolares, entonces te aconsejo leas este artículo con detenimiento. Es basado en experiencias personales y los consejos que he recibido de maestros y psicólogos expertos.

¿Qué debes tener claro desde el primer minuto?

1. No puedes obligar a tus hijos a que hagan las tareas. Si adoptas la postura de “se hace ahora porque yo lo mando”, entras en un peligroso terreno de lucha de poderes y tus hijos harán todo para ganar.
2. La responsabilidad hacia las tareas es de tu hijo, no es tuya. Algunos niños no tienen el menor interés en las tareas, ni en la escuela. Todos somos diferentes y este es un hecho que conviene aceptar. Si es un mal estudiante, es su responsabilidad y deberá asumir las consecuencias por su comportamiento.
3. Los deberes son para su desarrollo, no para que tú los hagas. En este sentido, piensa que si para evitar conflictos tú asumes sus tareas, generas un conflicto mayor, le estás creando incapacidad para que resuelva problemas, aprenda y se desarrolle.

Con estas tres ideas claras, entonces lo que debes hacer es un análisis de qué está generando una situación tensa con los deberes, al menos en tu caso.

En función de tu situación algunos de estos consejos te serán más o menos útiles.

Quizás necesites ayuda externa especializada como puede ser la asistencia telefónica estudiantil que ofrecemos en nuestros seguros de hogar.

¿Cómo conseguir que tus hijos hagan las tareas escolares?

Crear las condiciones adecuadas

Lo ideal, si tiene menos de 10 años, es que tu hijo o hija haga los deberes en un sitio de la casa donde tú tengas visibilidad de lo que hace.

Esto no significa control absoluto, ni que como un policía te asomes por encima de sus hombros cada 5 minutos.

Confía en su gestión del tiempo, que ya debes haber negociado previamente. Deja que tus hijos tomen ciertas decisiones dentro de un marco o estructura que tú facilitas con respecto a que primero las tareas y el ocio después.

Por otro lado, facilita el trabajo y compra material de papelería, documentos de referencia, etc.

Informarte y ofrecer tu apoyo

La forma en que se enseñaban las matemáticas en tu infancia han cambiado. Es conveniente que hables con sus maestros y te mantengas actualizado de los nuevos métodos. No para que reemplaces a la escuela, sino para que seas competente cuando surjan las consultas.

Recomiendan los expertos que lo mejor es que empiece a trabajar en las tareas más difíciles. Y que le digas con tu voz y tus actos que confías en sus capacidades y que puede responder las preguntas si investiga, analiza y se esfuerza.

Aprovecha y haz tus tareas frente a tus hijos

¿Tienes que hacer la contabilidad de los gastos del mes? ¿Redactar algún documento? ¿Leer un libro…? Aprovecha para hacer esta tarea frente a tu hijo. De esta forma le demuestras con el ejemplo, que tú también haces tus deberes.

Por otro lado, puedes ser más creativo con el tema de los deberes.

Tareas o deberes suena poco atractivo. ¿Por qué no cambiar el nombre? Que el momento de hacer las tareas se convierta en “la hora de entrenar el cerebro”, “aprender más”, o también puedes utilizar recursos de juego para facilitar las actividades.

Dialoga para aumentar su motivación

Piensa en qué le motiva. No pienses en lo que te motivaba a ti cuando tenías su edad, se trata de él o ella.

También te cuento, que aunque parece que los niños no escuchan, sí que lo hacen.

De vez en cuando, (no en el momento antes de las tareas porque sonará a sermón), conversa con él sobre sus aspiraciones profesionales, sobre cómo eso está vinculado a lo que hace hoy, de cuánto puede aprender y desarrollarse si hace las tareas, etc.

Atención: la motivación es algo que nace de ellos, como padre o madre puedes influir, pero no puedes sembrar motivación a la fuerza. La mejor manera de aumentar su motivación es hablando y permitiendo que se impliquen en las tareas y sus decisiones al respecto.

Evita los sobornos y “regalitos”

A veces caemos en el error de prometer regalos, como por ejemplo PlayStation, patines, etc., si el niño hace los deberes y eso es un error. Con los sobornos, se asocian las tareas a un premio material y entonces ha nacido un problema. El niño siempre querrá su regalo incluso antes de abrir la libreta.

Lo correcto es educar a tu hijo en que hacer las tareas es un premio en sí mismo:

• Porque aprenderá y será más inteligente.
• Porque sacará buenas notas.
• Porque será un buen estudiante.
• Porque en el futuro podrá ir a la Universidad y elegir la carrera que sueña si ya es mayorcito.

Si necesariamente tienes que elegir los regalos, que estos sean intangibles y se traduzcan en experiencias juntos. Prométele que van a jugar equis juego de mesa, salir juntos al parque y otras actividades sencillas.

Dile adiós a la guerra [Toma un respiro y observa]

Reconoce que cuando las cosas no van bien, entras en una espiral y cada tarde-noche es lo mismo. Gritos. Chantaje. Presión. Actitud policial. Caras largas.

¿Consideras que es ese el escenario óptimo para que haga los deberes?

¿Estás totalmente convencido de que tener cada día esta guerra es el único camino posible?

Existen opciones.

El cambio empieza por romper el círculo de malestar que hay ahora mismo y dar una indicación clara: “Tiempo de los deberes”. Y observa cómo fluyen los acontecimientos. Si no se sienta a realizar sus deberes, deja que llegue a la escuela sin ellos y asuma la reprimenda del profesor.

Si la reprimenda no le basta. Deja que el proceso vaya cuesta abajo, que aprenda de sus fracasos y asuma las consecuencias. Cuando la situación sea insostenible -malas notas- aproxímate con una plan para ayudar y genera una reflexión:

• ¿Has visto lo que ha pasado?
• ¿Por qué ha pasado?
• ¿Estás satisfecho con la situación?
• ¿Quieres cambiar la situación?
• Vamos a trabajar juntos en un plan para conseguirlo.

Espero que todos estos consejos te ayuden, si sientes que la situación supera tus fuerzas, pide ayuda.

Los hijos no vienen con manual de instrucciones y existen muchas alternativas para solucionar los problemas estudiantiles como explicamos en este artículo: “10 consejos de técnicas de estudio”.

¿Qué opinas al respecto? ¿A tus hijos les gusta hacer los deberes o los odian?