¿Vives en una casa arrendada? ¿Quieres saber tus derechos y si estás en la obligación de asegurar la vivienda que alquilas? Entonces este artículo de hoy es para ti. Explico todo lo que necesitas saber sobre los contratos de arrendamiento.

Sé que por desgracia en Ecuador las relaciones entre arrendador y arrendatario están llenas de espinas y conflictos.

Se establecen las relaciones sin contrato escrito y con apenas un apretón de manos –eso era válido un siglo atrás–; no existen garantías de que se devuelvan los depósitos, los precios suben cada año sin que el arrendatario entienda con claridad el por qué. Y por otro lado, conozco algún que otro arrendatario que está litigio con sus inquilinos porque hace meses que no pagan un sucre pero mantienen ocupada la vivienda.

De los seguros en las viviendas arrendadas no se habla. Eso y el contrato de arrendamiento son como zonas de silencio y misterio, un tema casi desconocido.

Condiciones legales de un contrato de arrendamiento

En Ecuador casi el 22% de las viviendas son arrendadas, hablo de 816.664 viviendas arrendadas según el INEC.

La Ley de Inquilinato en Ecuador establecida en 2013 manifiesta, en esencia, lo siguiente en lo que respecta al arrendamiento de viviendas:

• Estas deben tener servicios higiénicos completos y permanentes.
• Disponer, permanentemente, de los servicios de agua potable y de luz eléctrica.
• Tener aireación y luz suficientes para las habitaciones.
• No ofrecer peligro de ruina.
• Estar desinfectados, lo que se acreditará con el correspondiente Certificado de Sanidad.
• El arrendador que no cumpla con lo anterior será sancionado por el Juez de Inquilinato con multa equivalente a una pensión mensual y si reincide, con tres pensiones mensuales.

Por otro lado deberán los inquilinos:

• Cuidar el local y si le ocasiona daños deberá realizar la reparación inmediata a su costa. Si no lo hace el arrendador debe efectuar dichas reparaciones y exigir al inquilino el pago de lo invertido, con un aumento del diez por ciento. Podrá además, exigir la terminación del contrato.

Y siempre, los locales, viviendas o predios en alquiler deben inscribirse una Oficina de Registro de Arrendamientos, independiente de la Jefatura de Catastros y los órganos de los consejos municipales que se decida.

De hacer el alquiler a espaldas de la ley: sin fijación de tasas de inscripción y certificados de pensiones se exponen a una sanción severa. Se le impone al arrendador una multa equivalente a seis meses de pensiones de arrendamiento y corresponde el cincuenta por ciento al inquilino y el otro cincuenta por ciento al Estado, porcentaje éste que será depositado por el Juez de Inquilinato en el Banco del Estado, en la cuenta única del Tesoro Nacional.

Si deseas consultar al detalle cuales son tus deberes y derechos tanto como arrendador y como arrendatario puedes consultar el texto completo aquí: Ley de Inquilinato del Registro Civil del Gobierno de Ecuador.

En la ley no se mencionan los seguros, nada se dice de que sean obligatorios y tampoco se recomiendan. Sin embargo, yo sí te los recomiendo. Sin duda podrás dormir más tranquilo sabiendo que estas protegido y que podrás disfrutar de las múltiples ventajas que suponen el  tener un seguro de contrato de alquiler.

Seguros para una casa arrendada

Para una casa arrendada, recomiendo que se contraten seguros para el hogar que protejan la estructura, contenidos, equipos electrónicos, daños a terceros, accidentes personales y asistencia del hogar en caso de emergencia.

La prima del seguro puede pagarla solo el propietario o arrendador o también llegar a un acuerdo con el inquilino y que entre ambos paguen el seguro del hogar.

¿Qué garantiza el seguro? Pues mucha tranquilidad, que es bastante. Una vez tengas que elegir al inquilino, saber que tienes un respaldo frente a adversidades te ayudará a elegir con mayor criterio y conseguir mayor beneficio en el arrendamiento.

En el caso de que ocurra cualquier problema, incidente desagradable, destrozo o catástrofe en la vivienda, el seguro garantiza la recuperación rápida ante el siniestro.

No sé cuánto vale tu tranquilidad, pero la mía no tiene precio.

Te aconsejo que ahora mismo, cuando termines de leer el artículo leas tu contrato de arrendamiento. Y luego consultes nuestra Guía de Seguro del Hogar. Infórmate bien de tus deberes y derechos.

¡Sé precavida!