No todos los cafés son iguales. Lo sé bien porque mis familiares y amigos me “acusan” de que mi café es diferente a cualquier otro. A fuerza de que me lo repitan, he llegado a la conclusión de que preparar un buen café en casa es todo un arte que requiere no solo de una receta, sino de todo un ritual para que sea perfecto.

Algunos dicen que es el agua, otros, el tiempo de cocción, pero lo cierto que es hay más de un elemento en la receta del café perfecto.

En este artículo quiero compartir contigo mi exclusiva receta y el ritual que la acompaña.

Cómo preparar un buen café en casa

Cada uno prepara el café a su manera, por lo que esta es solo mi forma particular de hacerlo. Aprovecho para pedirte tu receta, que puedes que puedes compartir en los comentarios.

1/ La elección del café

Mi receta para preparar un buen café comienza en el mercado, donde elijo entre una amplia gama de tipos y marcas.

¡No te asustes! Existen muchas marcas, pero básicamente, solo tres variedades disponibles en los supermercados: tradicional, superior y gourmet.

Por supuesto, por su precio y por la facilidad que implica su preparación, el café tradicional es el más vendido.

Sin embargo, no es una variedad de gran calidad, apta para ser sometida al gusto de catadores expertos.

En el otro extremo se encuentran los cafés gourmet. Se caracterizan por tener un color mucho más oscuro que los tradicionales. Su aroma es muy diferente al del café tradicional, que suele ser tostado o quemado.

Por lo tanto, mi primera recomendación es que elijas café gourmet, a ser posible suave de descendencia (no procedencia) arábiga.

El café puede ser colombiano, boliviano, costarricense o incluso ecuatoriano, pero debe ser una variedad gourmet, suave, de descendencia arábiga.

2/ Moler el café en el momento de la preparación

Aunque no siempre es posible, es conveniente hacerlo así si queremos preparar un buen café en casa.

Para ello, necesitas una máquina que ofrezca un grano de mínimo a medio, la cual, sin ser muy costosa, puede pasar de los 800 dólares.

Como no siempre podemos contar con ese lujo, podemos por lo menos estar atentos a la fecha de fabricación del café.

Aunque esté empacado al vacío y tenga una fecha de vencimiento muy lejana, cuanto más joven mejor.

3/ Mantener el café en su empaque original

El café debe permanecer en su empaque original hasta que se consuma en su totalidad, en un lugar seco pero aireado.

Existe el mito de que el refrigerador es un buen lugar para guardarlo. Esto no es cierto porque seca el café, haciendo que pierda su aroma y sabor.

4/ El agua

Cómo preparar el café en casa tiene también mucho que ver con el tipo de agua utilizada.

Puedes utilizar agua embotellada o filtrada y pero nunca hervida. Basta con que alcance una alta temperatura, sin que llegue a punto de ebullición.

5/ La medida de café

Algunas personas prefieren el café fuerte y otras lo prefieren muy suave. Erróneamente, solemos pensar que estos matices de sabor los logramos agregando mayor o menor cantidad de café.

Lo cierto es que la suavidad o la intensidad en el sabor de una buena taza de café depende del cuidado en la preparación y de la variedad utilizada.

La medida ideal es de dos cucharadas rebosadas por cada 500 mililitros de agua, sin añadir azúcar, endulzante, crema o cualquier otro acompañante.

6/ Precalentar la taza

¿A que no sabías este truco? Es aconsejable precalentar la taza antes de servir el café.

Esto hace que no cambie el sabor natural de la bebida.

La taza se puede calentar sirviendo agua caliente en ella y dejándola algunos segundos antes de servir el café.

7/ Los acompañantes

Los baristas expertos aconsejan beber el café sin ningún acompañante.

Si la preparación ha sido adecuada, el café aportará cierto sabor dulce y agradable, lo que permitirá prescindir del azúcar.

Sin embargo, esto depende del gusto de las personas.

No necesariamente los acompañantes perjudican el sabor natural del café. Una pequeña dosis de azúcar, o una medida de crema de leche puede acentuar el sabor y permitirá disfrutar de los diferentes matices del intenso sabor del café.

Por supuesto, una buena taza de café siembre debe estar acompañada de una buena conversación y un ambiente familiar y amigable.

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