Mantener una casa limpia, organizada y con todo funcionado, no es una tarea fácil. Cuando tenemos tantas ocupaciones en el trabajo, con los chicos, la familia, aunque lo intentemos, acabamos contratando un plomero, un electricista o un carpintero. Hacer reparaciones en casa, por nuestra cuenta, al comienzo parece una buena idea que nos hará ahorrar algunos dólares.
Pero cuando las cosas se complican, y debemos acudir a un especialista, este nos cobra lo que pensábamos ahorrar, y por lo general, algo extra por los daños que hemos causado, al tratar de hacer el trabajo nosotros mismos.