He pagado miles de dólares en la salud bucal de mi hijo y he pasado horas tratando de enseñarle cómo cepillarse los dientes: con canciones, con peticiones amables, con regalos y a veces hasta con mano dura porque siempre se olvidaban de cepillarse los dientes.
Sin embargo, a pesar de todos mis esfuerzos, mi hijo no tiene muy buena calidad en los dientes. Lo reconozco y he tenido que invertir mucho en visitas frecuentes al dentista. Esto no me convierte en madre experta, ni en dentista, pero sí que he aprendido mucho.
Me di cuenta de que había cometido algunos errores en edades tempranas de mis hijos y que el resultado lo estaba recibiendo: soluciones carísimas de ortodoncia, caries en muchas piezas, extracciones anticipadas…
Espero que este artículo te sirva para cuidar la salud bucal de tus hijos. Ahorrarás dinero y dolores de cabeza.